La relación entre cliente y empresa siempre será un vínculo afectivo que une o desune las dos partes. A esto lo llamamos el Amor de Marca, y como en toda relación, pasa por una serie de fases. En MGR Grupo queremos explorar cada una de ellas, momentos de tórrida pasión, de enojo, de enfados, de medias rupturas y de declaraciones de amor. Si usted quiere conocer donde se encuentra en este momento con sus clientes, no puede dejar de leer este artículo que le brindará las herramientas para identificar su estado con ellos. Teniendo en cuenta lo anterior, Tim Halloran desgrana en Harvard Business Review las principales fases del amor de marca: 1. Conózcase a sí mismo: Si quiere de verdad que el consumidor caiga rendido a sus pies, su marca tiene primero que tomarse la molestia de conocerse profundamente a sí misma. Por esta razón, es imprescindible establecer las políticas, misión, visión y objetivos que tiene la organización dentro de un cronograma de tiempo que nos permitirá marcar el horizonte que vamos a seguir y hacia donde nos dirigimos. Es necesario identificar las ventajas competitivas, beneficios, características y diferenciadores que me van a calificar como una marca exclusiva en el mercado y que los clientes me perciban como eso para la satisfacción de sus deseos y necesidades. 2. Sepa quién es su tipo: Para encontrar al cliente ideal, la marca debe tener muy claro cómo es, pensar como él y sentir como él para poder identificar sus necesidades básicas y específicas (Necesidades funcionales, emocionales y sociales) para poder transmitir mensajes claros que desarmen por completo los esquemas de blindaje que tienen desde el primer contacto que tenemos con ellos. Es decir, crear un espacio en donde se sientan como en casa y en un ambiente de armonía entre ellos y su marca. 3. Haga que su primer encuentro sea memorable: El primer encuentro entre la marca y el consumidor debe ser inolvidable. Es nuestra primera impresión ante ellos y por tal razón debemos estar preparados de la mejor forma para que cada cliente se lleve lo mejor de nosotros y se forme una relación fuerte, estable y de confianza durante toda la vida. Es importante manejar una escucha activa y una actitud de servicio y comercial agradable y armoniosa, esto hará sentir valorado a cada uno de nuestros clientes y se generará una recordación de marca memorable. 4. Haga del “Feeling” inicial algo mutuo: Establecer una comunicación y conexión bidireccional con el cliente es importante para establecer relaciones seguras y confiables a lo largo del tiempo. Es vital generar empatía que atraiga la atención de cada persona por la marca sin importar el tipo de persona, es decir, todos los clientes deben ser igual de importantes y valiosos para la organización, de esta forma se construye un “Feeling” con ellos. Cada experiencia y contacto con los clientes debe ser un flechazo de cupido al corazón para fidelizarlos y generarles valor. 5. Profundice en la conexión con el cliente: Nunca pensar que ya se le ha brindado lo suficiente a todos los clientes, sino trabajar bajo el precepto de que siempre se puede ofrecer un mejor servicio y crear valor a cada uno constantemente. Lo difícil no es conseguir un cliente, sino mantenerlo. Esto solo se puede lograr a través de una buena actitud de servicio, la creatividad e innovación constante de productos y la personalización en la atención. No es solo fidelizarlos sino también ser fiel a ellos siempre. 6. Mantenga viva la llama del amor: Cuando nuestra relación se consolida con los clientes, corre el peligro de volverse aburrida y monótona. Por eso es tan importante mantener viva la llama del amor creando e innovando con nuevos productos que puedan llamar la atención de ellos, también creando una cultura de servicio dentro de la organización que brinde servicio especializado y diferenciador con los clientes. Un ejemplo de ello es Nokia, quien no solo está en continuo desarrollo de productos, sino que al igual generaron una cultura de servicio que hace sentir único a cada cliente que los visita a través de sus canales. 7. Si hay una crisis, haga las paces: Todas las relaciones pasan por crisis, ya sea porque hay una alta competencia en el mercado, una gran variedad de productos o no me ofrecieron una buena atención ni servicio. Sin embargo, la clave está en saber manejarlas y poder aprender de ellas. Es el momento de dar lo mejor de sí para recuperar cada cliente a través de estrategias de servicio que permitan capturar de nuevo la atención con ellos. Por ejemplo, brindar beneficios extras en retribución por los errores cometidos y un trato amable que permita persuadir las decisiones en el instante de los mismos. 8. Si NO está funcionando rompa su relación con el cliente para siempre: En ocasiones se cometen tantos errores que pueden deteriorar la relación con los clientes para siempre, ya sea por una mala estrategia de marketing o un pésimo servicio al cliente. En estos casos es prudente aprender de los errores, corregirlos y dejar que se aleje nuestro cliente. Por eso es necesario diseñar planes de contingencia que permitan a las organizaciones mitigar los errores o aprender rápidamente y levantarse de ellos. En conclusión, cada organización construye la relación con sus clientes de manera diferente y a su propio estilo. Sin embargo, para establecer una excelente relación hay un común denominador: La unión de la creatividad e innovación de productos y ofrecer un servicio al cliente inspirador que permita generarle siempre un valor. Además, es vital identificar en cuál de estas etapas se encuentra usted para poder tomar las medidas respectivas del caso y mejorar su relación afectiva con ellos.
Basado en :
Escrito por
JOHN JAIRO HERNÁNDEZ PABÓN
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