Mi nombre es María Leidy Santa Madrigal, actualmente soy ama de casa y a la vez madre de una hermosa hija. Antes de que todo el proceso de confinamiento ocurriese, contaba con mi trabajo en servicios generales, siendo tareas que me gustaban y las cuales me mantenían en constante movimiento… tengo que decirles que todo este proceso de estar en casa también me ha mantenido activa, pero que de igual manera extraño moverme de un lugar a otro, realizando diferentes labores en la oficina. Hacía muchas cosas para ayudar a mis jefes y me sentía feliz con mis asignaciones.
Como ustedes saben, mi trabajo era muy distinto a lo de mis compañeros, pues ellos son directores, analistas, editores y todos profesionales. Para mí, al tener que realizar labores de servicios generales, ha sido muy difícil tener que desenvolverme en otras actividades ajenas a mi cotidianidad, teniendo claro que un proceso de servicio general no se puede realizar a través de un teletrabajo. A pesar de ello y de los miedos que internamente sentía al tener que realizar una tarea muy diferente a lo que acostumbraba a hacer, pero como todo es cuestión de aprender, mi jefe me dijo que si quería les podía ayudar en otras gestiones, y así me fueron asignando labores pequeñas y fui aprendiendo muchas cosas de las cuales no tenía conocimiento, pero que representaban un reto más.
Adicional a estas labores, También así estoy pendiente de las tareas de mi hija que ha sido una experiencia gratificante porque no solo hago mi teletrabajo, sino también comparto con el ser que amo. Dentro de los procesos cotidianos, estoy pendiente de todas las actividades de la casa (la preparación de los alimentos, aseo de la casa, organizar la ropa, estar pendientes de las tareas de mi hija y el teletrabajo).
Más allá de contar mi historia, creo que esto ha sido una excelente oportunidad para demostrar la firmeza, versatilidad y gran compromiso que mantenemos a diario las madres para sacar adelante a nuestra familia, cumpliendo así no solamente con las labores del trabajo, sino a la vez manteniendo mi casa y enseñando a mi hija, el ser que más amo, el esfuerzo que se debe mantener para poco a poco continuar avanzando. Finalmente, ha sido una experiencia, como para muchos, donde podemos decir que hemos aprendido cosas nuevas y que esto me motiva hoy más que nunca en creer que saldremos adelante y que seremos muy fuertes en este camino…
Atrévete a contar tu historia y demuestra que eres un héroe que no necesita tener poderes…